Ataques de Pánico
Cuestionario para auto-detectar si Sufre Ataques de Pánico
¿Siente ataques súbitos de terror sin motivo?
¿Se siente muy mal cuando esto sucede?.

Ataques de Pánico:
¿Hay ocasiones en que tiene ataques repentinos de ansiedad y temor abrumador que duran varios minutos? Tal vez el corazón le late rápidamente, comienza a sudar y siente como si no pudiera respirar o pensar. ¿Estos ataques ocurren en momentos impredecibles sin ningún factor desencadenante obvio, llenándole de inquietud de que pudiera tener otro en cualquier momento?
Si es así, puede tener un tipo de trastorno de ansiedad llamado trastorno de pánico. Si no se trata, el trastorno de pánico puede disminuir su calidad de vida, ya que puede llevar a otros temores y trastornos de salud mental, problemas en el trabajo o en la escuela, y aislamiento social.
La historia de Mariana – Caso Clínico

Mariana es una profesora de secundaria de 38 años que reside en una capital del interior, casada con un marido amoroso, dos hijos y una vida tranquila y feliz. Esta situación de vida placentera y aceptable comenzó a cambiar de repente, hace aproximadamente ocho meses atrás.
Un domingo cualquiera estando en la fila de la caja del supermercado comenzó a sentirse extraña, nerviosa, empezó a sentir que su corazón latía muy fuerte y rápido, con palpitaciones, parecía que el mismo quería salir de su pecho. Además empezó a transpirar en forma muy intensa, tanto es así que sus manos quedaron empapadas en sudor, así como también su ropa. Súbitamente comenzó a temblar y Mariana tenía dificultades para respirar, era como que el aire no llegaba al fondo de sus pulmones.
Su pecho comenzó a doler, también sentía mareos y náuseas. Un hormigueo- como una “especie de electricidad”- comenzó a recorrer sus piernas y sus brazos.
Un gran miedo se apoderó de Mariana, comenzó a sentir como un “sentimiento de irrealidad”, ella se dio cuenta que no podía controlarse y en un momento empezó a pensar “¿me estaré volviendo loca?”, “¿esto será el comienzo de una enfermedad mental?”.
El dolor en el pecho lejos de aliviar comenzó a intensificarse y Mariana pensó: “ya sé, me está dando un ataque al corazón”, “debe ser un infarto, la misma enfermedad que mató a mi abuelo; tengo mucho miedo de morirme acá mismo, en la cola del supermercado”.
Mariana dejó las bolsas de su compra en el piso y salió corriendo a su casa, por suerte, su casa queda a media cuadra del supermercado, ahí estaba Roberto, su esposo, quien quedó muy sorprendido por ver a su mujer en ese estado de nervios y con el terror dibujado en su rostro.

Los síntomas y las sensaciones feas iban en aumento y la profesora no paraba de llorar y de gritar “mi amor me muero, me muero. Voy a morir igual que mi abuelo, creo que me está dando un infarto, por amor de Dios llama urgente a un médico”. Sin perder tiempo su marido llamó a un servicio de Emergencia Móvil, en 15 minutos llegaba la ambulancia, un Doctor y una enfermera. Rápidamente examinaron y auscultaron a Mariana, le realizaron un electrocardiograma.
Para sorpresa de ambos el Doctor le dijo “usted no tiene nada, nada orgánico. Usted es una persona sana, lo que usted está sintiendo es un Ataque de Pánico” y simultáneamente le indicaron un comprimido de diazepam debajo de su lengua. “No se preocupe”, dijo el Doctor, profesora usted tiene algo que es muy frecuente hoy día, además recomendó una consulta con un Especialista en Psiquiatría.
Mariana no hizo la consulta con el Psiquiatra “Para qué, si yo no estoy loca”, sin embargo, ella empezó a tener esta crisis cada vez más seguido; las mismas comenzaron a repetirse en forma frecuente cada vez que se alejaba de su hogar. Comenzaron las clases y la docente no podía ir a su trabajo ya que tenía mucho miedo de que “estos ataques” se repitieran; es más, no podía alejarse de su casa sino era acompañada por Roberto o alguno de sus hijos, pidió licencia médica y se sentía como aprisionada en su propia casa.

Buscó información en Internet y entendió que tal vez la única forma de poder volver a ser la misma de siempre era consultando a un especialista.
Finalmente consultó a uno de los Psiquiatras que residía en su ciudad, este médico le explicó que ella padecía un trastorno por ansiedad al que se le sumaban ciertos elementos de desánimo y/o depresión. El profesional le recomendó el uso de Omega 3, Vitamina B1 y Paroxetina (neuroprotector, antidepresivo, que repone los niveles de serotonina a la normalidad); este tratamiento normalizó a Mariana en aproximadamente 45 días. Su médico le dijo que debería realizar un tratamiento por un periodo de un año.
En caso de que usted o algún familiar suyo tenga síntomas parecidos, una vez descartados las causas orgánicas puede realizar una autoevaluación usando la escala que presentamos en esta página.

Videos sobre los Ataques de Pánico y su Tratamiento
El Dr. Pedro Bustelo, Director Técnico del Servicio Médico de la Fundación nos habla de los Ataques de Pánico, su rastreo, diagnóstico y tratamiento.
Más información sobre los Ataques de Pánico
Qué es el trastorno de pánico?
Las personas con trastorno de pánico tienen ataques repentinos y repetidos de miedo que duran varios minutos o más. Estos se conocen como ataques de pánico. Los ataques de pánico se caracterizan por temor a los desastres o miedo a perder el control, incluso cuando no hay un peligro real. También se puede tener una fuerte reacción física durante un ataque de pánico. Es posible que uno se sienta como si se va a tener un ataque al corazón. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento. Muchas personas con trastorno de pánico se preocupan y temen la posibilidad de tener otro ataque.
Es posible que una persona que tiene el trastorno de pánico pueda desanimarse o avergonzarse porque no puede llevar a cabo rutinas normales como ir a la escuela o trabajar, ir a la tienda o conducir.
El trastorno de pánico con frecuencia comienza a finales de la adolescencia o a principios de la edad adulta. Hay más mujeres que hombres que presentan el trastorno de pánico. Sin embargo, no todo el mundo que tiene ataques de pánico tendrá el trastorno de pánico.
¿Qué causa el trastorno de pánico?
El trastorno de pánico a veces se da en las familias, pero nadie sabe con certeza por qué algunos miembros de la familia lo tienen y otros no. Los investigadores han descubierto que hay algunas partes del cerebro y ciertos procesos biológicos, que juegan un papel clave en el miedo y la ansiedad.
Algunos investigadores piensan que las personas con trastorno de pánico malinterpretan sensaciones corporales inofensivas como amenazas. Al ir aprendiendo más acerca de cómo el cerebro y el cuerpo funciona en las personas con trastorno de pánico, es posible que los científicos logren descubrir mejores tratamientos.
Los investigadores también están buscando cómo el estrés y los factores ambientales pueden desempeñar un papel.
¿Cuáles son las señales y los síntomas del trastorno de pánico?
Las personas con trastorno de pánico pueden tener:
- Ataques repentinos y repetidos de pánico con ansiedad y miedo abrumador
- Sensación de estar fuera de control o de miedo a la muerte o una fatalidad inminente durante un ataque de pánico
- Síntomas físicos durante un ataque de pánico, como latido fuerte o rápido del corazón, sudor excesivo, escalofríos, temblores, problemas respiratorios, debilidad o mareos, hormigueo o entumecimiento de las manos, dolor en el pecho, dolor de estómago y náuseas
- Preocupación intensa acerca de cuándo ocurrirá el próximo ataque de pánico
- Miedo de ir a los lugares donde han tenido un ataque de pánico en el pasado
¿Cómo se trata el trastorno de pánico?
Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. Su médico debería examinarle y tomarle su historia clínica para asegurarse de que sus síntomas no sean causados por algún problema físico no relacionado. Es posible que su médico le recomiende que consulte con un especialista en salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo.
Por lo general, el trastorno de pánico se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Pregúntele a su médico cuál es el mejor tratamiento para usted.
Psicoterapia. Un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual es especialmente útil para tratar el trastorno de pánico. Le enseña diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante distintas situaciones para ayudarle a sentirse menos ansioso o preocupado. Los ataques de pánico pueden comenzar a desaparecer una vez que se aprende a reaccionar de manera diferente a las sensaciones físicas de ansiedad y miedo que se producen durante los mismos.
Medicamentos. Los médicos también pueden recetarle diferentes medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de pánico:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
- Inhibidores de recaptación de la serotonina y la norepinefrina (IRSN)
- Betabloqueadores o betabloqueantes
- Benzodiacepinas
Los médicos comúnmente usan los ISRS y los IRSN para tratar la depresión, pero también son útiles para los síntomas del trastorno de pánico. Pueden tomar varias semanas para comenzar a trabajar.
Otro tipo de medicamentos llamado betabloqueadores pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas físicos del trastorno de pánico, como el latido rápido del corazón. Aunque los médicos no suelen prescribir betabloqueadores para el trastorno de pánico, pueden ser útiles en ciertas situaciones que preceden a un ataque de pánico.
Las benzodiacepinas son sedantes que también son sumamente eficaces para disminuir rápidamente los síntomas de un ataque de pánico. Sin embargo, pueden causar tolerancia y dependencia si se los usa continuamente. Por lo tanto, el médico sólo se los recetará por períodos breves de tiempo si es necesario.
Su médico trabajará con usted para encontrar el medicamento y la dosis que sean más adecuados para usted.
No abandone el tratamiento demasiado rápido. Tanto la psicoterapia como los medicamentos pueden tomar algún tiempo hasta lograr resultados. Un estilo de vida saludable también puede ayudar a combatir el trastorno de pánico. Asegúrese de dormir lo suficiente y hacer ejercicio, comer una dieta saludable, y recurrir a la familia y los amigos de confianza para apoyo.